31 de octubre de 2007

No se trataba...

... de ninguna gran idea. Nunca las tengo. Era que había pensado en lo fácil que resulta caer en los enredos de quien se encuentra con algún problema, y, a la misma vez, con la posibilidad de la atribución de la culpa (el peso de la ley) a alguien que esté cerca y guarde una relación aunque sea accidental con su asunto. Esto, que yo decía/pensaba en una clave enteramente personal (laboral), vale -me temo- para los comportamientos inicuos, colectivos o públicos.

31 de octubre

No está mal acordarse de Caín en el día de este juicio. No era mi intención, pero me doy cuenta de que no es inapropiado. Aunque pensarlo sea horrible.

Lo que uno dice...

... y que no terminan de creerse, como si estuviera faroleando de falsa modestia en lo que intento explicar: que no entiendo las películas y que por eso dejé de ver cine durante más de un año. Pero es cierto. Y la razón de que no parezca creíble debe ser un concepto universal y vertiginoso de la inteligencia (que se ha hecho común), para la cual (la inteligencia) no debe haber secretos. Como si el intelecto hubiera de regirse por la ley de la selva capitalista más bestial. Quizás no sea así: o yo carezca por completo de inteligencia---

Heracliteana

Llevan toda la vida adorando las estatuas: pero allí no queda nada, una vez que el niño que se entretiene con la arena entre los dedos se ha ido---

***


En la respuesta de...

... Caín al Señor, como un comentario al texto principal de la expulsión del Edén, se contiene todo el programa de la maldad humana: irresponsabilidad y mentira.

Y la condición utópica de la realización de las posibilidades (algo así): libertad y verdad.

30 de octubre de 2007

Atreverse a callar...

... es la contradicción del pensamiento que es el peor pecado moral que puede cometer el que mínimamente sienta la ilustración es decir la idea de no dejar de hablar nunca y si acaso dejar de ser

Lord Chandos...

Según entiendo lo que leo en el Bartleby... de Vila-Matas: el silencio constituye la fase que sucede a la genialidad, y que antecede a la madurez. Algo así como la renuncia a la infinitud o eternidad del proyecto, antes de la vocación (¿se puede decir así?) por los límites...

Como estadio, el silencio aristocrático califica a la vida en general, no sólo a la escritura...

El centavo del día

Viaje a la capital por razones de trabajo o algo así: la n-sima (?) comprobación de que hay gente que siente más el peso de la responsabilidad y la obligación de hablar. Blabla. Yo también hablo. (Yo. El irresponsable. Pero eso -mis protestas de ser inocente- no me lo tendría en cuenta el juez, aunque quizás sí la justicia. Mi blabla.)

...

-¿Quién está hablando con ese tono de benjaminfranklin de pueblo que anota las ganancias y pérdidas -escasas, las dos- del trabajo cuando se ha llegado por calles y casas la hora dudosa del crepúsculo? (Me lo podría preguntar.)

...

Quería haber visto al profesor J. H., pero no ha sido posible. Así me libro de sentirme culpable o responsable, o cualquier cosa. Yo que iba tan idóneo con la chaqueta de hombre maduro, pero con Vila-Matas en las manos. Bartleby, claro. Quien lee ficciones de la negación debe ser un impostor, por mucha cara de intelectual que ponga. En efecto, hay gente que le echa mucha cara. ¿Yo? Maybe. (Yo no soy quien habla de esta forma.)

...

No quería haber visto la curva continua en que consiste la carretera a que han desviado el tráfico, por obras en el trayecto M.- A. (capital). Imposible dejar el coche a un lado para poder mirar con atención el pueblo clavado (no enclavado) en pleno barranco, y que yo no conocía (ni he podido asegurarme del nombre), a pesar de que lugar tan típico debe estar a escasos veinte o treinta kilómetros en línea recta (atravesando montañas) de donde yo vivo. Me prometo ver y echar fotos del sitio, una vez que sea capaz de entender el manejo de la cámara digital que me regalaron.

29 de octubre de 2007

Alegría ambigua...

... la del Bartleby y compañía de Vila-Matas: cualquiera puede conocer muy bien esa voluntad que dice no, que se reduce a no, en cualquiera de sus acciones, no sólo a la hora de escribir. Quien dice no al texto suele decir no a la vida.

Ahora bien: la cultura afirmativa es algo despreciable. Todos lo sabemos...

Pues vamos...

... a hacer publicidad de Vila-Matas, que no la necesita.

Pero lo bellamente escrito lo merece:


(Bartleby y compañía, Anagrama, 2005, p. 34)

Terminar de leer...

... para mañana el Bartleby... de Vila-Matas. Empezado a leer hoy.

Ya, las llevo claras...

No sé a quién se intenta demostrar qué, ni nada: a qué vienen estas urgencias y obligaciones impuestas por decisión propia, por nada más que el capricho...

Cuando se ha demostrado (esto sí) sobradamente que se es absolutamente incapaz de cumplir con las obligaciones que los otros nos imponen...

Y así nos va...

Lunes

Trabajo, lecturas: J. L. Arsuaga sobre la biología social; sobre la noción antropológica de raza...

No desagradable trabajo...

De verdad...

Pero sólo a veces...

28 de octubre de 2007

Búsquedas

Internet: diarios, bibliotecas públicas y universitarias, diarios...


***


Lecturas: Neil Postman, El fin de la educación.


***

(p. 121)

Lecturas sobre Sebald

El texto y la imagen

El espejo

El yo y el otro:

El tiempo acompaña...

... y pinta de gris el ánimo de los pocos viandantes. El gris debe ser el color de nada. Del mundo antes de ser hecho: del mundo vaciado antes de que un demiurgo se ponga manos a la obra: del mundo de antes de la luz (aunque ésta sea otra historia: otra narración).


...


Ha cambiado, de veras, la pequeña ciudad a lo largo de estos años en los que yo me siento un poco más huérfano (todos los somos, sin saberlo) y dueño de lo que hago y de lo que no. Quizás no sea ni una pequeña ciudad, pero yo pienso que ese tipo de calificaciones no importan demasiado: si llegan, bien, pero ya está. Lo que sí importa es la modificación del espacio: una vez que se tiene interés en observar, pero sin creer demasiado en lo que se está viendo. Por eso (y por otras razones también) uno mismo no construye, no va a dejar huellas materiales de su paso: esa ingenuidad o ese valor no los tiene cualquiera, esa modestia del trabajo visible (aunque haya de consistir en edificios grandiosos; la megalomanía arquitectónica es otra cosa, claro).


***


Vamos a contar que se sueña: que el que no escribe puede vivir, empezar de cero, empezar de nuevo...


Y la maldad de quienes destrozan los cuerpos y las almas: los amigos del odio, destructores de las construcciones de la amistad...


***

27 de octubre de 2007

Atrévete a callar

La razón y la fe

No se debe decir nada contrario a la religión: el respeto de las creencias representa el valor más sagrado de la democracia.

¿No? ¿Se llega a alguna contradicción suponiendo que ese respeto sea incondicional?

¿Tan importante es la libertad de pensar y decir que cualquier deber tiene que basarse en el infinito valor de esa dignidad negativa?

Viaje a M.

Cumplimos con los ritos del buen consumidor---

Visita a la ciudad de las compras: todo disponible, todo deprimente en cuanto pasa un rato---

Entre montañas de normalidad de la gente que también cumple con el rito, que seguramente piensa como yo, o que no piensa como yo---

Luego, el miedo: a la repetición, al accidente. Imaginar que si... entonces... Vivir en condicional es no vivir. Disponer la negación como espacio de juego, en tanto no espacio: lo mismo que los lugares de compra, de un maleante olor a cerrado---

***

El encuentro con los amigos: se cumplen las formalidades, se respetan los silencios, afloran las dudas, las noticias. (Vuelven los hechos, no vuelve el tiempo, el aroma abierto del tiempo.) Así que uno sale del miedo diciéndose que está vivo, prorrogando...

***

Adquisiciones: La conciencia nazi de C. Koonz (Paidós), No sólo Hitler (R. Gellately, Crítica), el Bartleby... de Vila Matas (Anagrama) y Los anillos de Saturno de Sebald (Debate).

Entre paréntesis: Los libros son carísimos y uno es tan tonto como para comprarlos, para que la Kultur siga progresando. Cuando sea mucho más pobre que ahora no me quedará más remedio que mendigar en las bibliotecas, o no leer, o morirse (cruzar los dedos!).

...

¿Qué se saca de esta mixtura de antiética (una sociedad políticamente degenerada) y psicología de la desaparición del yo? Pues, en relación con lo último, la negación de cualquier egotismo trascendental se oferta como acto de confesión, de reducción psicológica: resentimiento, envidia, frustración, fracaso; vuelta de los hechos, desnudos de su vida---

26 de octubre de 2007

Un lugar del pensamiento...

... , un esquema trasladado, desde el lenguaje---
¿hacia dónde?


***

Imago homini: escritura.

En El Tercer Reich en el poder (Richard J. Evans, Península, 2007) estas palabras terribles, referidas a la arquitectura: " ... es la palabra hecha piedra!" (p. 185).

Sí, esas palabras le pertenecen a él (el minúsculo). Dan la razón (son un ejemplo de) a cierta hipótesis de la cultura en tanto colección de fragmentos del mal, cascotes de una vida derruida---

¿Por qué no...

... identificar esta imagen como un lugar del pensamiento?


(Edward Hopper, Nighthawks)

Resulta una adorable y chic representación moderna de la cueva platónica. Y de ninguna forma se puede presumir que los que ocupan ese espacio nocturno (pues no vamos a suponer que tengan algún derecho a habitarlo) posean un conocimiento mayor del mundo que los injustos y bárbaros residentes en el submundo de República (Libro VII). En el cuadro de Hopper, si acaso, hay mayor artificio (todo es granurbano): es decir, un mayor distanciamiento de la realidad. ¿Realismo? En absoluto.

Una emoción...

... contiene una idea confusa de la situación correspondiente---

Una emoción representa una verdad imperfecta---

De ahí que seamos (en este tiempo) tan aficionados al concepto de una imposible educación emocional (antiguamente, sentimental)---

Pero esto último no significa más que uno de los errores de los que nos congratulamos---

25 de octubre de 2007

Consejos para un joven escritor

Quien fuera enteramente consecuente con los principios que públicamente dice mantener, si no quiere ser tenido como un redomado hipócrita y espíritu poco de fiar entre las mujeres y las nobles gentes en general, haría bien en tomar por modelo continuado para la conducta en su vida, sin excepciones, ese embudo enorme que se encuentra en el Parque de las Ciencias de la ciudad española de Granada, al final del pasillo de entrada, en una de las salas que se encuentran a la izquierda, que está siempre solicitado, en particular por los niños, y que sirve para simular el funcionamiento de un agujero negro, para lo cual se arroja una bola de billar en la parte de arriba de la boca del embudo, de manera que se vaya moviendo circularmente en el interior de ella, o más bien en espiral, en círculos cada vez más pequeños y rápidos hasta que se precipita con la máxima velocidad por el agujero del fondo, conforme a lo que debe suceder con los objetos (también la luz) cuando han caído en la esfera de influencia o atracción fatal de esas masas o puntos incomprensibles para la humana razón que son los agujeros negros. Así habrá de entender el joven escritor el significado de sus acciones y visiones, su trato con las palabras y con la vida, reduciendo cada vez más intensivamente su contacto con el mundo externo y con los demás seres humanos, hasta despojarse de su propia conciencia en un instante glorioso de luz y palabra que es su final y su silencio, confesándose a sí mismo (pues ninguna otra cosa tiene por bien fundada) que el ser es y que nada es.

Cansancio...

... , pero no existe excusa para dejar de escribir: escritura o muerte -dijo el inhábil de pensamiento y obra---

Conoce la indignidad aquella persona que se maneja con sus propias y precarias adquiridas tablas de la ley de la conciencia: un kant salpimentado con la interpretación de los sueños y el poder mediador (revelador-ocultador) del lenguaje---

Un ser indigno...

... , aquél que es capaz de comprender el sentido del deber y que se deja guiar por las inclinaciones, alcanzará su modesto infierno en la consideración vespertina de los resultados.

Sin necesidad de pesadillas.

Un ser indigno conserva la facultad del lenguaje, aunque haya perdido la capacidad de hablar.

Me tiene que llamar la atención...

... aquello que no termino de entender, cuya interpretación tiene que dejarse abierta, para aclaraciones o revelaciones ulteriores---

Esto, que puede y debe ser generosidad y humildad, puede transformarse también en una tortura, sin que uno sepa si ese sufrimiento autoinducido tiene que ver, a su vez, con algún privilegio o don lingüístico---

***

Forclusión

Indecisión

Tiempo y lectura

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Quizás lo entiendo demasiado bien, a la primera o a la segunda, y quiero perder eso que comprendo, o quiero creerlo---

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El perdón cristiano que se ha introducido en las legislaciones occidentales, una vez que se desterró a Dios el legislador, sirve, periodísticamente, para levantar falsas heroicidades e indignaciones: pronuncia la mágica palabra "racismo" para calificar un delito, un hecho que debe ser castigado y que no necesita de florituras. Esto, que me parece que es una opinión de origen liberal acerca del significado o raíz personal de los actos, puede llevar a quien lo sostenga (¿lo sostengo yo?) a merecer la etiqueta de reaccionario---

24 de octubre de 2007

Aquella mujer...

..., Paz Otrego, conoció la única posibilidad de una forma de vida diferente en un período (un año o dos) que no podía calificarse de feliz. Respondía el lenguaje, exento del cerebro. Nada más que una reacción química -pensó después.

***

Deberíamos proceder en nuestros asuntos del día con la misma metódica lentitud que el sabio físico Niels Bohr. Con las mismas dudas.

Austerlitz de W. G. Sebald: Críticas escolares

Absorbente, hipnótico, inquietante texto acerca de la búsqueda de la identidad personal y colectiva. Al lector le debe quedar claro que este es un asunto bastante más complejo que la decisión de querer confesar la vida. Es decir, algo diferente de la expresión ordenada y significativa de la vida compendiada y comprendida en sus acontecimientos fundantes. El que habla -en el texto- no tiene por qué ser el mismo que escribe -Sebald, el autor del libro: es decir, la narración se alimenta de la conversación, pero sin poder(se) determinar unívocamente la identidad textual y vital del narrador. Se pretende expresar con esto la duda continuada que se le presenta al lector: acerca de la posibilidad de que el narrador se esté inventando la existencia de ese Jacques Austerlitz que da título a la novela, para poder contar por persona interpuesta, y así librarse de responsabilidades, su propia biografía. Que se trate de una novela (si es que se trata de una novela), de un artefacto literario de ficción delante del cual uno debe suspender la incredulidad y dejarse llevar, no impide poder pensar que la vida de verdad contiene estas mismas trampas, parecidos engaños y argucias (¿por qué no pensar que los sueños de la noche reproducen, liberados de la tensión de la ortodoxia, los hechos del día?).

La identidad no es un orden inteligible de acontecimientos (una biografía plenamente realizada), porque -lo hemos apuntado- se fía al azar de las conversaciones, de unos diálogos que dependen de los encuentros inesperados. Como el inicial en la estación de Amberes. Así el discurso va fluyendo, pero de una forma no lineal, enrevesándose en los meandros de la memoria, personal y europea. Y si la historia construida al hilo del tiempo va tejiendo un orden de esperanza, de dicha finalmente realizada, la historia de Jacques Austerlitz se liga mucho más a los espacios (estaciones, sí; pero también casas, bibliotecas, cementerios, fuertes que fueron lagers) por los que se dispersa caótico el recuerdo. Que no acaba en glorioso resurrexit, sino en la infamia política que preside la historia europea del siglo XX. Tampoco deberá extrañar la presencia continua de las imágenes fotográficas en el libro de Sebald (lo que es marca de la casa), por esa misma razón del funcionamiento disgregado(r) de la memoria. Ni, por supuesto, que si hay una metáfora de la imposible búsqueda de la verdad humana (autobiográfica o autoficcional), no sea la de la morada interior (en la que reside la subjetividad o la divina verdad), sino la del viaje: extrañamiento en el espacio

23 de octubre de 2007

Heroísmo y escritura

No (ha) lugar

Arcadi Espada

Trabajo

En tanto carga, a veces. Difícil de sobrellevar para los caracteres obsesivos. Las ideas se tienen, el carácter se es---

Buena parte del tiempo se queda para la adoración electrónica: consultas en Internet. Se imprimen los resultados. Pero, definitivamente, no es lo mismo que el papel del libro, ni siquiera es igual que el papel del periódico o de una revista. Falta el olor, el tacto, el sonido del papel: su piel suave.

Curiosidad: ahora por W. G. Sebald (1944-2001).


Después de haber leído Los emigrados y Austerlitz. Y no es fácil encontrar otros libros suyos (Vértigo, Los anillos de Saturno) que editó Debate a principios de este infortunado milenio.

La ficción personal...

... la máscara de sí, el doble propio, querrían alcanzar un sentido, y con él una paz que es idéntica a la alegría---

Esto no sucede más que en la idea, y lo que resta es justo lo contrario: la imposibilidad del descanso, y una búsqueda que está en los márgenes de lo razonable, y que se acerca a la enfermedad---

El discurso -propio, también- intenta fijar esta insuficiencia (de todas las máscaras, de todos los actos)---

Pero para lograr eso, un mínimo resultado, totalmente confuso, no se sabe si tanto sufrimiento vale la pena---

22 de octubre de 2007

La verdad...

... , pocas ganas de escribir. No sé si por culpa de la dermatitis, en lo que no me gusta pensar por cierta aprensión no bien diagnosticada que tengo, y yo me entiendo---

O no---

Pero no hay excusas para no escribir, si uno puede hacerlo, si -tocando madera- la salud acompaña---

¿Por qué no va a valer para esto la ética protestante? A mí, que aborrezco la pereza latina y toute joie de vivre.

***

A eso vamos:

A la verdad: y la verdad es que el documento "El catecismo del buen socialista", boletín nº 56 de FAES, de fecha 19 de octubre de este año, me parece un muy flojo documento retórico político en un asunto que podría dar más juego, si la habilidad fuera mayor---

Porque no engrana de ninguna forma la premisa políticamente interesada, acerca de la intención del gobierno socialista de conseguir una recua de votantes manipulados (premisa que es legítimo mantener, en tanto expresamente se conozca que se trata de un juicio de intenciones), con la premisa fáctica (exemplum) consistente en (construida o inducida a partir de) la revisión somera de algunos manuales de Educación para la ciudadanía. Y no engrana porque las leyes (y hasta los reglamentos) son cosa del gobierno, pero los manuales son cosa de las editoriales, que son asunto privado (aunque interesado, of course). Así que toda conclusión estará viciada. Máxime cuando en el mismo documento de FAES se reconoce que se trata de una materia "paneuropea", por así decirlo. Y luego está la deliciosa contradicción de la derecha utilizando el argumento de calidad educativa al mismo tiempo (y esto es lo fundamental) que supone que lo que no han conseguido los profesores a pesar de las leyes (esto es: educar, enseñar, instruir, etc.), lo van a conseguir esos mismos profesores, por arte de magia será, a la hora de manipular a los inocentes alumnos, hasta convertirlos en dóciles súbditos del pensamiento único.

Pero vale la pena leer el documento, porque también de los errores se aprende. De los malos documentos retórico-políticos. Que no prueban nada, porque no saben nada. De nada.

***

A lo otro vamos:

Se tiene que pensar que la significación es interna al lenguaje, para lo cual no hay más que perderla, perdiendo la razón que la sostiene y que lo sostiene, si es preciso. La boutade foucaultiana (en lo que se incluye todo un género similar de boutadaes), a la hora de inscribir el reino de la razón (y los correlativos de la loca sinrazón, de la anormalidad criminal, patológica, etc.) en ubicuos juegos de poder, no aguanta el testimonio de cualquier sujeto que, en los márgenes objetivos (él no puede ignorar ese punto; ése no) entre la normalidad y lo patológico, conoce cartesianamente que el buen funcionamiento comunicativo (en el que quiere seguir incluyéndose) no puede consistir en un mero artificio lingüístico, ajeno por completo a la referencia. Si no le queda ésta, pierde también el mundo. Es decir, que no ha alienado solamente su razón, sino la intención de realidad, y con ello cualquier deseo. Y eso es Nada.

21 de octubre de 2007

Neil Postman (1931-2003)



El fin de la educación: es decir, el propósito y la posible terminación de la institución escolar.

... Porque somos seres que necesitan dioses, narrativas creíbles, mitos---

... Aunque no se trata, evidentemente, de una verdad científica---

... Sino de su valor (consecuencias, utilidades) identitario, moral, credencial---
***
Otro texto, otra crítica: Divertirse hasta morir.

W.G. Sebald



Austerlitz: extraordinario, absorbente, hipnótico texto acerca de la búsqueda de la identidad, la propia y la ajena, la individual y la colectiva: memoria = historia = lenguaje.

Cinismo

Callados, porque las palabras no transportan verdad:




Las imágenes, sí. Como este grabado de Daumier: Le cynique (Propriétaires et locataires)---

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Acumulando proposiciones verdaderas, átomos del todo, se aproxima lo más que puede al objetivo: resolución muy fragmentaria, es cierto, del deseo de todo y del todo; pensando, siempre, en la conversión del cuerpo pasivo en actividad intelectual---

20 de octubre de 2007

Durante algunos...


... momentos podemos ser ganados por el espíritu franciscano, el misticismo, la religiosidad popular, el catolicismo de los humildes.


Si todos esos espíritus se convierten en palabras que son estampas, que hasta modifican el paisaje al contar un tiempo muy muy lejano:


La opinión pública, la opinión publicada

A modo de inventario:

Fernando García de Cortázar, Abc: "No existe patria donde hay tiranía"

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Blas Matamoro, Abcd: "Identidades"

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Ramón Rodríguez, sobre Sloterdijk, Abcd: "Nueva forma de convivencia"

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Juan Malpartida, "El Platón de Juan Nuño", en Abcd.


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"Del gineceo a la transmodernidad"
JAVIER MUGUERZA , en Babelia.

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Y también: FAES y el "catecismo socialista"

Cuando pueda bajarlo.

Diego Granados


El alma y la portada:


Elogio de la mansedumbre


¿Un palacio de cristal?


¿Por qué no?


No debe avergonzarte pensar con imágenes, en imágenes, hacia imágenes (¿diaphanein?). Ellas suceden con una fluidez que no alcanza ninguna idea. Y si los sabios fueran más sabios, más acercados a la verdad, quizás supieran que nuestro cerebro funciona con perceptos y no sólo con conceptos. Es verdad que lo que tu mirada ve, tu ojo no lo piensa. Pero también es verdad que tus ojos miran hacia lo alto, siempre más allá: trascendiendo su deseo hacia la idea, la única, con mayúsculas. A la que cada ser le da un nombre.


No debe avergonzarte la imagen de un palacio de cristal, y de espacios domésticos a los que el ojo paseante sorprende (pues no se trata de un ojo metódico que vigila, sino de un cuerpo que pasea y descansa) y se inquieta, por lo que ve allí dentro: porque parece interesante. Tampoco te avergonzó la serie magrittiana del "Imperio de las luces", esa paradoja de luz diurna en calles nocturnas, cifra idónea de nuestro saber y condición---


***


19 de octubre de 2007

Polémica/s

Arcadi Espada: James Watson

a) No le tengamos miedo a los argumentos.

b) La igualdad genética como utopía ética: brave new world.


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Heridas


Dulce pero frío: sin sal, ni vida ni voluntad.


***


Toda la sustancia pensante del país, toda la masa ciudadana, se puso a argumentar sobre la condición del ciudadano. La química funcionó, y el pensamiento se organizó con la claridad de las cosas simples: los que dicen sí, los que dicen no.


Los sujetos que piensan habían abandonado la reunión, avergonzados.


***


18 de octubre de 2007

No comprendo...

... demasiado el origen de la argumentación:

"El palacio de cristal", Peter Sloterdijk

O sea, no comprendo el ajuste ad hoc de los fenómenos (incluido el terrorismo islamista) a la decisión (en el tiempo humano) de que la historia ha dejado paso a la posthistoria.

Que, por lo tanto, las acciones espectaculares pierden su condición sustantiva y restan meramente visibles (espectaculares).

Se trate de las acciones del capital (neoliberalismo) o del islamismo radical: empresas que ignoran que su lugar ha pasado.

Que no se difunden (que no son) más que porque se difunden (porque están en los media).

Es decir: que la historia ha dejado de ser; que la cualidad del tiempo, de este tiempo, es enteramente otra: la involución masiva a lo privado. Un palacio de cristal: la ciudad enteramente doméstica y pública, a simultaneo.

¿Por qué? Resulta que los mecanismos inhibitorios (de las acciones) han logrado domesticar por completo las conciencias. Que sólo los terroristas y los delincuentes (tiburones oportunistas, halcones de ocasión) se empeñan en un juego del obrar que lo es por entero a destiempo.

Las víctimas no van a reaccionar: ya han ganado, porque sus inhibiciones (paz, diálogo) han triunfado por completo.

Así que cualquier intento occidental no es más que paranoia de seguridad que no quiere enterarse de que Hobbes está enterrado: los seres humanos han perdido su condición lobuna.

Etc.

Etc.

***

Modestamente: ¿por qué no me convence este sistema de pensamiento (el de Sloterdijk)? ¿Por qué pienso que se trata de una soberbia intelectual, que privilegia su presente: sus palabras, sus discursos, sus libros y su academia de Karlsruhe?

-¿Me equivoco?

- ...

-¿De verdad?

Críticas escolares

Robert Walser, El ayudante:

El autor suizo de una de las novelas de formación y deformación más importantes de la literatura del siglo XX (Jakob von Gunten) nos invita en este título a seguir los pasos y, fundamentalmente, las conversaciones de uno de esos seres que pueblan el mundo de sus libros y que, con tonos mucho más sombríos, habitan los mundos de Kafka y otros. El exceso verbal (pero lo que se dice no es más importante que lo que se calla o lo que se presupone) del protagonista de la novela (Joseph Marti) nos acompaña (y le acompaña a él) a lo largo de los meses de trabajo con el ingeniero Tobler y su familia, desde los algo difíciles y equívocos comienzos hasta la ruina final. Pero nada de lo que sucede tiene mucha importancia, sino lo que se va conversando al hilo de eso mismo que sucede. Así que el final no puede concluir más que con un paseo (¿hacia dónde?) sin más trascendencia.

Las anécdotas son triviales, sobrellevadas con una alegría que el lector avisado considerará sospechosa, pues hay cosas verdaderamente alarmantes en lo que se nos va contando (y ocultando)! Así que no resultará extraño que se quiera ver una gran tristeza y soledad detrás de la fachada de frases y más frases que no dan importancia a nada: el que habla sin parar es el que se ha terminado abandonando a sí mismo, al que únicamente le cabe encontrar la amistad de otros en iguales condiciones.

17 de octubre de 2007

Poema: de la construcción

"En otro momento quise contar la historia de una ciudad pequeña, de cómo va surgiendo, con medidos pasos, de la costra y aun la ruina de lo viejo. Un niño aprende a andar, y era esa la misma alegría que yo deseaba ver en los rostros animados de la gente. Cuando el niño ha aprendido a hablar -lo que sucede un poco después-, una nueva luz ha ingresado en el mundo. Y son las fachadas que alumbran desde el pasado, conservando una gloria que es la firma de la alegría, una y la misma, siempre: consistiendo en la voluntad que, firme, construye. Derriba, cuando es necesario, dejando ver los nervios de la vida ausentada: en la huella de la escalera que queda marcada en la pared de la casa vecina, en el hollín de la chimenea. trazos de vida de los pueblos que tienen que borrarse, antes que después: la juventud que construye obliga.
Imagen de un momento (la escalera marcada en la pared, el hollín), ninguna fotografía sabría decir lo que significa: las huellas de los hombres son tan fugaces como ellos. Verdad inmaterial, así la tengo, tampoco es fácil que se pierda si se logra encontrar un ánimo más contemplativo -ahora- que la conserve (en una época o en un modo algo diferente). Pertenece al mismo orden de cosas que pone al silencio oscuro, al pasar junto al descampado, el canto de un grillo solitario. Vuelto a esa existencia mínima (también) habrá de buscarse la lengua, que así demuestra quererse a sí misma privada y contemplativa, su humano derecho a decir: sus días, los días ajenos, los pasados. Abraza con sus frases, aunque tiene miedo, cada vez más miedo, alegría y dolor. Y cuando calla, son los ojos que trabajan, mirando al espejo, al interior, para recobrar la palabra que interroga: acerca de ruidos solitarios que salen de las ruinas, del espacio que señala el abandono: pues el grillo también canta en un lugar que era de hombres y mujeres, que estará desposeído hasta que se habite de nuevo, y la alegría que olvida de los vivientes se acompase al recuerdo que sueña y piensa, privado, recluido en estancias que, milagro, dios, existencia, están abiertas al mundo, uniendo la ciudad pequeña que quise contar naciente, con las voces y los silencios (todo el ser) de los habitantes de la gran ciudad* que conocen la ley y el progreso.
*Los megalopolitanos"

16 de octubre de 2007

Llamativa...

... la dureza, extrema, como de un ansia inflamada de verdad---

Hermann Tertsch

A mis años, que no son pocos (cuarenta y uno, en fila india), no sé qué relación guarda la verdad con la prudencia en la valoración de los hechos históricos. Sobre todo si estos hechos son del radiante y rabioso presente. Desde la barrera del tiempo ido (tarea de los buenos historiadores) vuelve -podrá volver- la certeza de los que saben adivinar las cosas (ver el futuro y la verdad en el presente). Esto es, recuperamos a quienes supieron ver, contra los más---

Pero, ¿cómo?, desde el interior de la plaza parece mucho más difícil discriminar entre prudencia, tibieza y cobardía: ¿el sociólogo, el que sea historiador del tiempo presente, tiene que ser un colaboracionista?

Liberalismo, o de la escritura-en-red

Arcadi Espada

-Pero no habrá que estar de acuerdo, ni siquiera habrá que entenderlo todo.
-De eso se trata, de no aspirar a más que un modesto pasar y contento. Y nunca mentir---

La felicidad...

... es un suceso químico: es decir, no es un hecho (ni un conjunto de hechos) sobre el que podamos decidir y emitir proposiciones---

En todo caso, se trata de una coloración de los hechos, o de una valoración superpuesta; totalmente irracional e inefable; aunque negativamente se pueda comunicar como una cierta sensación "ya vista" que aparece fugazmente en la memoria. Pero, sobre esto último, es casi imposible señalar nada más---

***

Política de difusión de libros: o sobre la necesidad de reeditar algunos textos que están totalmente fuera de los circuitos de la industria cultural, del relumbrón y de la farsa. Pero, justamente por esa razón, a través de la legitimación mediática de los gustos es muy difícil lograr nada. Es decir, lograr hacer comprender la modestia del lenguaje, que, cuando no pretende ser otra cosa que herramienta de comunicación, puede que obre, por divina paradoja, el milagro y alcance una mina de oro, y de verdad---

O sea: hablar para señalar, trascender, apuntar al mundo que (él) ya se aparta---

El lenguaje como un cristal: transparente o sucio. No importe eso demasiado. Lenguaje, real. Sustantivo y verbo---

15 de octubre de 2007

Otro imposible

Carnero Felipe, Ramón Manuel: Pereruela de Sayago: la parroquia, la desamortización y los Docampo, Salamanca, 1984.

Menos mal que soy pobre, que si fuera rico me haría bibliófilo y volvería al principio: a la pobreza---

Pero da rabia atrancarse en estas búsquedas. Este libro aparece en la bibliografía de un pequeño manual sobre autobiografías de Jesús M. de Miguel, editado por CIS---

Recomendaciones

Un alma de Dios

de

Diego Granados Jiménez: una encantadora historia de vida.


Yo tengo el libro en culpables fotocopias: con atenuantes, porque el libro fue editado en 1980 en Almería. Ahora es imposible comprarlo, y no es fácil encontrarlo.

PS. A ver si Mr. Blogger me deja subirme la portada---

Mensajes

¿Por qué no interesa la ciencia?


Diógenes desaseado, camino de la verdad, sin esperanzas de alcanzarla



El radicalismo, sobre todo en los jóvenes, es refrescante por provocador. ¿Qué sería del pensamiento si no se irritara? Pero en excesivas dosis, alcanzada la frustrante madurez, pesan más las palabras tranquilas (la muy burguesa filosofía) que el progreso prometido (que recuerda tanto a la dictadura platónica). No tengo nada claro que no fuera precisamente en una sociedad científicamente asegurada (cimentada, mantenida, sacralizada) donde se revelara toda la maldad de una educación ciudadana, justamente porque sus efectos pasaran inadvertidos.

De todas maneras, reitero que el carácter irónico de su radical propuesta sería satisfactorio incluso para el maestro madrileño, amigo de la bárbara y atrevida juventud, pero no sé si tanto de la ciencia especializada cuanto de la academia germánica.

PS. Eso sí, en lo relativo a conocimiento de lenguajes foráneos, y merced a mi ignorancia, reconozco que estoy más cerca del gurú (de Osho, dicho con toda la modestia) y del charlatán (bastante desvergonzado, a veces) que de las espléndidas y divinizadas figuras del Científico y del Profesor, entelequias que sé que existen (gracias en gran parte a Internet), pero que no son fáciles de ver en estas abandonadas provincias.

Saludos. Almería.

14 de octubre de 2007

Noesis noeseos

Tras la frente, dos o tres ideas de belleza, una vez que se hubo desencantado el mundo---

El hombre ya no aspiraba a trascendencia---

Intenta, con los ojos, hendir el cristal del botellero vacío de enfrente, en el bar. Y sólo ve su gesto mismo reflejado, los ojos fijos, la mirada que no se encuentra. En otro momento se habría atrevido a mirar a la mujer rubia y guapa del otro lado de la barra, ocupándose de la niña---

En la calle, un perro cumple el rito universal de ladrar al gato del contenedor de la basura. Se me queda un instante mirando, y yo (pero sólo por otro instante) estoy tentado de decirle que se confunde, que yo no soy gato---

La niña, en brazos de la mujer mayor y un poco tronada, señala hacia las gotas que bendice el cielo, la bendición en agua, en lo que consiste su manar eterno (el del cielo) y aquí, en esta tierra, tan desacostumbrado---

Una anotación...

... que (me) dejo, porque estas cosas se olvidan:

Acerca del valor del ejemplo, de su lugar no subsidiario (mera ilustración, conato de inducción/deducción, etc.), sino que muy principal: fuente continua del concepto y prueba de ese mismo concepto (y de las hipótesis, teorías, etc.).

Entendiendo el ejemplo a partir del concepto de imitación: no como un resto del verdadero valor (abstracto, científico, universal) sino en tanto ejemplar, universal-concreto---

PD. Todo esto según la tipología de las formas de imitación, según ha ocurrido su presentación histórica: de la idea (platónica), de la naturaleza, de los clásicos. Y, en el mundo moderno, que ha desterrado estas y antiguas formas de mímesis, imitación del modelo moral, de la reunión de regla y acción en el ejemplo subjetivo viviente del "alma bella"---

Todo esto según J. Gomá, Imitación y experiencia---

Sin más pretensión que la de ser una nota de lectura---

Ítem más: Austerlitz de Sebald. A ratos me recuerda, demasiado, a Th. Bernhard (por ese estilo indirecto/directo continuado). Pero también a ratos pienso que no se puede escribir de otra manera---

O que yo no sabría, si es que deseo ser honrado, leer de otra forma---

Travels

Hacíamos el viaje, que sentíamos que era muy agradable, desde una de las provincias occidentales. Conducía yo a través de una carretera de sierra, estrecha y con infinidad de curvas. A lo lejos se veía el pico, distinto del resto de la montaña porque estaba completamente nevado, como señalando su jerarquía. Al tomar la última curva me di cuenta de que la carretera se había transformado en un camino de tierra o de barro, y que la caída -al lado del camino había un barranco- era tremenda, mortal. Como a cien metros, tras pronunciada cuesta, estaba el pico, rodeado de otros sólo un peco menos altos. Junto al camino escarpado que debía conducir a él (esto lo pienso ahora), un hombre bastante mayor estaba delante de una fachada con una especie de relieves rústicos en forma de lápidas. Comprendimos o sabíamos que eran las viviendas de unos eremitas que tenían que prolongarse hacia el interior de la montaña, pues la puerta-lápida apenas permitía el paso de una persona de regular constitución. También supimos que cada una de aquellas puertas era utilizada por varias personas, y que el ocupante inmediato, el de la primera estancia de cada cueva (por así decirlo) debía ser cortés con los restantes residentes de la propiedad compartida y permitirles el paso a través de su habitación, e incluso aguardar despierto a que llegaran. Algún raro sentido religioso debía tener el lugar, porque nuestro hombre informante y guardián nos habló de la dedicación absoluta de los cavernícolas, que tenían su casa siempre dispuesta para los visitantes, aunque no se les esperara. No caí en preguntarme si nos esperaban también, de alguna forma, a nosotros. Volví, recuerdo esto, un momento al coche, que había dejado parado en un anchurón (milagroso, como en los sueños) al lado de la carretera. Entonces me quise fijar en el abismo del que nos habíamos librado al tomar la última curva, sin que me pareciera raro (ahora, cuando miraba atentamente) que, justo al lado del camino, un somier de muelles estuviera preparado para que alguien se echara en él. Sólo me fijé en que entre la cabecera del somier (que deduzco que debía estar al aire libre, si prolongaba de forma natural el camino de montaña, como me parecía) había un pequeño espacio por el que se podía mirar hacia el fondo... donde había hecha otra cama. Con cierto sentido de la lógica (que también preside los sueños, aunque de una manera más libre) hube de pensar en que habría sido mala suerte caer fuera de la cama (con el coche), pues el suelo quedaba mucho más abajo y mucho más duro que el mullido colchón salvador del fondo, aunque la cama no tenía nada de especial ni estaba levantada a mucha distancia sobre el suelo de tierra. (Sólo que la lógica incorrecta del durmiente era capaz de valorar en su justa medida algunos aspectos de la realidad que pasan desapercibidos al despierto.)

***

Ahora, para la correcta comprensión de estos asuntos de la noche, uno debería cuestionarse qué significa el ascenso a través de una senda sinuosa, llena de peligros, a través de la montaña, qué es lo que significa el pico nevado, que en un instante se transforma (a mí me ocurrió) en un verdísimo prado, y qué tiene que entender el que sueña del sentido de un abismo para el que encuentra una doble protección, que no puede ser otra cosa que el soñar mismo (pues la protección consiste en una doble línea de camas). Si es que no quiere indicar lo mismo, sin que vayamos a querer determinar Quién es el responsable de las indicaciones, la fachada de los eremitas, que sabemos que están (pues no se duda de las palabras del guardián) pero que no se presentan a nuestra vista de viajeros en ningún momento (son también durmientes o muertos, pienso en este momento). O, si lo hacen, ya lo he olvidado---

13 de octubre de 2007

Defecto de palabras

El olvido de la razón

Cuando yo debía estar acabando mi carrera de mal estudiante (pero más que mediano, aunque caótico lector) de Filosofía publicó el chileno Víctor Farías su investigación acerca de la relación entre la filosofía y la política de Heidegger. No sólo en relación con las ideas confesadas, sino en relación con la conducta mantenida.

Pues bien: echo de menos esa referencia seminal (a pesar de lo denostado que fue por la hermeneusis ortodoxa, el libro de Farías puso en el debate un asunto fundamental) en las críticas del libro de Sebreli.

Exceso de palabras

¿Qué significan?

Segundas partes

Eduardo Hojman

Por eso la muerte puede ser vista como una bendición: la de la aventura de la libertad, la responsabilidad, la subjetiva verdad propia, insustituible, frágil y preciosa---

Y la inmortalidad o la repetición pueden ser tenidas como un castigo: aburrimiento o cansancio inducidos por nuestra escasa imaginación. Sí, por el "genio"---

Moderno/postmoderno/transmoderno

Antonio García Berrio

12 de octubre de 2007

Por curiosidad...

... me traigo al día de hoy estas tres entradas del 12 de octubre del año pasado. Pienso que no he cambiado mucho, la verdad.

Las tres entradas:

12.10.06

Calidad, cantidad
¿Cuál será la tendencia de la literatura electrónica?
a) Hacia la extensión de la argumentación, la acumulación de datos, pruebas, la vuelta reflexiva, la completud.
b) Al contrario, la búsqueda de la concisión, la brevedad que incita a que sea otro el que cierre el discurso, y que el texto sea suyo.
***
¿La repetición del gesto: la mano en el teclado, los ojos en la pantalla? Entonces tengo el corazón frío.
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...

Altomodernidad
Un ramillete de promesas, abundando en el género utópico: proliferación de una esperanza que no conoce su agotamiento, su rostro del mal.
***
Ars poética: la cara de un lunático, escrita con las cifras de la soledad, sin acabar de decidirse entre el ensimismamiento y el crimen.
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...

Bajomodernidad, cuestiones
Un defecto de la literatura electrónica es que no se da razón de la proposición suelta, que falta la responsabilidad por la sentencia proferida/escrita. Se permite la exhibición de la vergüenza propia, pero bajo la condición del anonimato.
***
Un imperativo, único, provisional: como en una torre de marfil, totalmente independiente, ajeno a toda opinión, sin más viento que el que sopla en la conciencia. Me doy cuenta de la dificultad de señalar la provisionalidad de un deber. No debería haber ningún problema parejo para el caso de las leyes, que contienen reglas de actuación sin más fin que la utilidad a la que sirven. Un imperativo que fija su categoricidad en negarla: ahora le doy un sentido a mi vida, ahora le doy otro. Pero realmente esto es lo que sucede, y la vida es inmoral.
***
Depresión, lo mismo da seis mil pies sobre el nivel del mar que dos ojos encañonando el fondo de una avenida mediocre, con el celeste plomo suspendido, espeso y oliendo a humedad.
***
No una impresión, que da la idea de una fijación en la conciencia, antes bien una sensación o un flash; en el inicio de los sentidos se halla lo mismo que en el empeño de emprender cualquier viaje: la presión conceptual, el trabajo clasificador del cerebro. Éste funciona por fogonazos, y no sería extraño que la sobreimpresión, el shock, que acaba con el sentido de la responsabilidad -lo inalienable: yo para los otros- quebrara una primera regla de formación de los conceptos, que el exceso esté prohibido tanto en la teoría como en la práctica.
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Nada más que esto

La idea de querer tener razón a toda costa, de vencer sin esfuerzo (como el ideal del mejor de los casos), desarmando dialécticamente al adversario, el orgullo por formar parte del bando ganador, o del que habrá de resarcirse de pasadas derrotas, todo esto es lo más antifilosófico que existe.

...

No debe haber ninguna justificación última para ninguna de las posiciones, y mucho menos se tiene que pensar en fijar la argumentación en la ventaja utilitaria---

Bastaría, quizás sea mucho y quizás no sea ya tiempo, recuperar el método del análisis lingüístico: coger ese cuchillo cautorio por mor de ver las contradicciones, y entonces cortar y ser paciente---

Sin pretender, después del corte, haber ganado nada---

Solamente no seguir perdiendo---

Revisión

Hipocresía: Fingimiento de cualidades o de sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. (DRAE, 21ª ed.)

...

Fingimiento de cualidades y sentimientos, y esp. de virtudes religiosas. SIN. Fariseísmo. (VOX, 4ª ed., 1980)

...

Exactamente: la contradicción de la virtud manifestada. Lo contrario de lo público, de lo manifiesto. La negación de la verdad.

O sea: el juego irresponsable con los principios, ora sagrados ora públicamente prostituidos, según convenga a la cobardía.

Quien lo práctica no merece el voto: si es que éste (aunque la suma no equivalga a la verdad) tiene alguna parte de verdad, de respeto a la correspondencia con lo real.

¿Pues cuándo se ve mejor lo ajustado de la definición tradicional de verdad, si no es en el momento en que nos enredamos? En nuestras propias trampas, de subjetividad miedosa---

***
***

Pendientes:

Éticas mínimas, 29 de septiembre de 2007:
Un solitario nocturno que anduviera por calles iguales (solitarias) poco iluminadas no tendría más remedio que encontrarse con el esqueleto en formación de una ciudad. La construcción de nuevas edificaciones, el cambio del paisaje que forman calles y casas, es la deuda que los viejos pagan a los jóvenes. Digamos que se trata de la burla anticipada de una muerte inevitable.

...
...

-¿Sí? ¿Por qué?
-Quizás porque los únicos huesos que perduran son los de la ciudad, la memoria en piedra. Ahora en asfalto.

11 de octubre de 2007

Estupidez

¿Cómo se puede decir esto?

"Si se fijan ustedes en el estribillo comprenderán que la idea que manejan los autores es lo más en neomodernidad a la Bin Laden, enteramente yihadista de ayer, de hoy y de siempre: dar la vida." (Maruja Torres, El país)

Acaso haya decidido el periodismo huir de la verdad, de cualquier verdad: en tanto intención de quererla, de llegar a ella, aunque no se entregue---

Acaso hayamos decidido, una buena parte, que deseamos vivir en una caverna electrónica---

La burla no tiene que ver con la verdad. Con la verdad tiene que ver el respeto: es decir, la filosofía---

Aunque ésta ocasionalmente se entregue a su propia vergüenza---

Pero debe dejar de avergonzarse y, en tanto espíritu crítico, protestar contra el escarnio cretino---

...

En tanto sujeto particular, capaz de escribir, de soportar su propia debilidad---

Conociendo que no debe pararse en ningún sitio, en ninguna satisfacción: una opinión lo es siempre. y nada más---

Y no entiendo -filosóficamente- por estupidez, más que cualquier opinión que no soporte el experimento de Michelson-Morley---

Es decir, cualquier opinión que termine por no soportar el principio de no contradicción---

O que encierre una inducción infame, como la del párrafo---

Para la semana que viene...

... Deo volente:

El cebo, de Ladislao Vajda (1958).

Eso sí: le he perdido el gusto al cine, y a escribir algún comentario sobre la película. Culpa de Woody Allen, y de mi mala cabeza. Por un motivo absurdo, inconfesable, enfermizo...

Ayer por la noche: Sólo para hombres de Fernán Gómez. Muy graciosa. Mi capacidad de convocatoria: increíble, tendente a cero. No puede uno, pobre exhibidor voluntario y no reconocido, competir con los estrenos de Hollywood, y menos aún (eso sería impensable) con las joyas recientes del genial cine expañol. Ellos se lo pierden.

-¿Ellos? ¿Quiénes?
-Ellos, claro.

Hipocresía...

... magnífica: la que consiste en rasgarse las vestiduras ante el menor asomo de quebranto interno de los principios; la correlativa defensa del quebranto mayor, si es exteriormente sobrevenido, como ejemplo de adopción libre de un carácter, de una forma de vida---

No sé si hipocresía o cobardía. O tibieza. O creencia sincera.

Si es que hipocresía consiste en algo así como en adaptar una máscara en casa y otra en la calle. O en ofrecer dos caras distintas, la que predica y la que da trigo---

De tal manera que ya no se sabe qué creer de todo lo que se está diciendo---

Si es mejor callar, vencida la libertad---

***

Nosotros, que desterramos a los dioses, hemos decidido soñar---

¿Cómo podríamos, si no es con una última renuncia, sostener libremente que han decidido -ellos; pero ¿quiénes?- que soñemos? No, el error es nuestro, porque de él es la verdad: esto es, la libertad---

Resulta bastante...

... penoso constatar que la discusión pública haya abdicado de su obligación hacia la verdad y los argumentos, que los partidos entren en la definición de lo que es la realidad, que la "doctrina del punto de vista" se sitúe como axioma de cualquier debate---

-¿Esto por qué lo dices?
-Ah, sí. Por la cantidad de disparates que estoy oyendo y leyendo sobre educación y sobre ciudadanía, y por toda la porquería que se echa encima de quien quiera razonar y alcanzar un punto medio, de prudencia, de sensatez, de apertura---

***

Esto sobre todo, finalmente: las sociedades abiertas nunca deben funcionar conclusivamente. Y, por lo tanto, lo que sostenga cualquier partidario de cualquier partido sólo debe entenderse como una facción provisional de la verdad... si así pouede decirse.

¿Se entiende, no? Se concluye sólo que no se debe concluir---

10 de octubre de 2007

Obligaciones...

Burocracia, burocracia, más burocracia---

Se mantiene la ficción de creer en los reglamentos, contra todo sentido común, sirviéndose de un lenguaje abstruso inventado, se mantiene la ficción de querer imponer las leyes y pretender obedecerlas---

Hablar, hablar, hablar más---

Para llegar a ningún sitio---

Y esta tarde, además, sin música (ni Bill Evans, ni Jimmy Smith, ni Lennie Tristano, ni Kenney Burrell)---

Sin jazz: es decir, sin nada---

Torpe, incapaz de entender correctamente las sabias opiniones de César Nombela acerca de la relación (perentoria) entre las posibilidades científico-técnicas de la biología y los valores morales---

Aunque sospeche, algunas veces, de la falsedad de las pretensiones de una "ética científica": que no es una ética formalizada, no, sino lo que opinan los científicos acerca de lo que debe ser---

Y aquí está la trampa: en la conquista científica de un territorio que siempre le fue ajeno, el del deber ser, contra su amada neutralidad confesa---

***

Película:

Sólo para hombres, de Fernando Fernán Gómez, 1960. Adaptación de la obra de Miguel Mihura Sublime decisión.

9 de octubre de 2007

Lecturas incidentales

... O no tanto---

Xavier Pericay.

Se vincula la crisis educativa a la desaparición escolar de la autoridad y la tradición---

Sirviéndose de un texto de Hannah Arendt de 1954, que contiene una idea aún más fundamental: la necesidad de vincular las exigencias mencionadas de autoridad y tradición con una situación histórica que las ha desarraigado de la vida cotidiana---

...
...

Estima X. Pericay que el texto de Arendt aporta un diagnóstico imprevisto de la situación educativa española actual. Algo así pensé yo cuando leí -hace tiempo- el texto de Arendt. Lo cual no significa nada (el que yo pensara lo mismo o parecido), aparte de un tono vital o anímico semejante---

...

A ese tono vital le alcanza plenamente (¿lo provoca?; ¿es al contrario?) la idea de una crisis de las letras, entendida como un desprecio consecuente de los hombres del libro. La crisis de autoridad docente, la carencia absoluta de legitimidad por parte de cualquier tradición, no libera ninguna sustancia histórica progresiva: lo que libera es la desfachatez de señoritos con modales canallas. Que, al perder las formas, han perdido lo que la libertad tiene de conocimiento de sus límites---

De la difícil relación...

... de alumno y maestro, entre Karl Popper y Joseph Agassi, que menciona George Steiner hacia el final de sus Lecciones sobre los maestros me quedo con un detalle, que puede que en sí sea anecdótico, pero que a mí me llama fuertemente la atención, puesto que en ese modelo querría reconocerme. Se trata de la capacidad de trabajo del filósofo austriaco, desde el alba hasta la medianoche, o más. Volcado a una actividad fatigosa y continua, pero que no tiene por qué ser infeliz si se consigue nombrarla como vocación, un individuo puede encontrar la única satisfacción terrena quizás posible. Lo que incluye muy probablemente a los espíritus religiosos que han sido llamados por Dios para el servicio de los demás, y (lamentablemente) a los individuos que se sienten convocados por la historia para el servicio y progreso de su volk.

Es decir, que la capacidad y el interés en el trabajo no están relacionadas directamente con el bien, al representar, en todo caso, el agotamiento de los medios para alcanzar ese bien. Pero lo cierto es que la decisión de no parar, de tomarse el "legítimo" descanso como una vulgar comodidad impropia de la dignidad de seres racionales, incluye, de una manera que a mí me parece determinante, la voluntad en la reflexión: o la razón en el tiempo, en el despliegue del hacer---

8 de octubre de 2007

Autoficciones

Vila-Matas.

-¿Extimidad? Suena bien...

El progreso histórico

-¿De veras?

¿Vidas cruzadas?

José Carlos Llop.

En la página 11...

... de Crónica, suplemento encartado en El mundo (domingo 7 de octubre) viene un breve texto, estupendo, de José Antonio Marina, a propósito de Epc. A propósito de su necesidad. No argumenta políticamente (advirtiendo la imposibilidad de hacerlo, dado el nivel -interpreto yo), sino a partir de conductas individuales que, por públicas y graves, reclaman una calificación social. Esto es, son puestas en tela de juicio; y vistas por los tribunales, como el caso del joven que dio en quemar el retrato del Rey. La pregunta que el magistrado Marlaska hace al acusado del hecho, en torno a si considera que hay límites o no a la libertad de expresión, contiene todo lo que hay que saber acerca del asunto, todo lo que es de interés en el asunto. Pues un derecho irrestricto, por constitucionalmente fundado que esté (la libertad de expresión), tiene que chocar con otros derechos constitucionales básicos. Dicho de otra forma: hay un límite en los derechos y las libertades, y, si queremos verlo así, no somos ni podemos ser verdaderamente libres. Porque no estamos solos, del todo. Pues bien, para esa soledad compartida prepara la educación (la enseñanza), que es, inmediatamente, política y ciudadana. Habrá -luego- que mirar cuidadosamente la materia con la que se da concreción a esta definición formal. Habrá que... Pues no se hará. Por miopía, desconocimiento, desinterés o exceso de interés. Es realmente más cómodo dar por verdad universal los decretos legislativos (y las leyes orgánicas) que emanan de un parlamento que no deja de ser accidental (resultado de una votación). Es más cómodo, desde la otra ribera, fijarse en las necesidades productivas (inglés y nuevas tecnologías: dice Rajoy, pero eso también fue lo que comenzó diciendo Zapatero) y confiar en que la teológica libertad natural y el buen (?) funcionamiento privado de las familias lleven a una conciencia recta de los derechos y los deberes. Aviados estamos.

***

Privado:

Dolor de cabeza, malestar.

***

Gozo:

Bill Evans (piano).

7 de octubre de 2007

Ciudadanía/s

La entrevista a Rajoy, en El Faro de Vigo:

"-¿Por qué el PSOE defiende de forma tan vehemente la asignatura de Educación para la Ciudadanía y el PP la rechaza tan visceralmente? ¿Hay intereses ocultos, empresariales quizá, que desconocemos?-Por mi parte no hay ningún interés oculto. Simplemente creo que, en lugar de esta asignatura, los niños deberían estudiar desde los tres años inglés y familiarizarse con las nuevas tecnologías y la sociedad de la información. Nos estamos jugando el futuro de nuestro país y esa es una asignatura perfectamente prescindible. Si gano la sustituiré por inglés y por nuevas tecnologías."

Y ya estará todo solucionado, digo yo. Por arte de magia, que ora hace ciudadanos ora tecnócratas. Lo razonable, ¿dónde está?

No escarmentamos...

Tirar el agua junto con el niño (o al revés).

***

En otro orden de cosas: lectura de dos "viejos" artículos de un número de Revista de Occidente (nº 228, mayo de 2000): Javier Echeverría, "Sobrenaturaleza y sociedad de la información"; Carl Mitcham, "La transformación tecnológica de la cultura". De este último texto resulta llamativo el final, que no sé si decir profético: la lectura de un párrafo de Ortega, de "Ensimismamiento y alteración", le lleva -a Mitcham- al terreno de la posibilidad informática de una Second Life (sin el nombre), de un mundo-sociedad virtual en el que se realicen (en cierto modo) las posibilidades de la utopía comunista, en cuya descripción Marx no advierte -por cierto- el desvío burocrático: pues es la "sociedad" la que facilita la completud de la actividad humana (esto es, que la división del trabajo no sea tal como es, una imposición, sino como una multiplicación libre de las tareas en cada individuo). En fin, un acto de fe que esconde a los sacerdotes, el Partido---

***

Se va uno de una cosa a la otra. Pero la decisión de Rajoy es penosa. Pienso---

Confort

El argumento de El Catoblepas* me parece un caso más de esa comodidad opinante y alejada, totalmente miope (egoísta y estúpida) que confunde la inteligencia de las cosas con su malinterpretación paranoica---

Nada más que una superioridad de nuevos ricos (nueva democracia, desde 1975) que no saben nada, no ven nada, no quieren nada más que seguir atentos a sus propios ombligos---

___

* Tal como está, al pie de la letra. Pero, ¿quién habla/escribe? ¿No es una ironía?

Light

La autodescripción sociológica (post- ) de una época no deja de ser un síntoma metafísico; y, por lo tanto, un valor; porque toda metafísica es síntoma y valor: debe serlo para la actitud crítica---

...

No se va a ganar ninguna certeza con este saber "médico" sobre la historia de las ideas. No lo vamos a ganar nosotros (a pesar del radiante optimismo, de buena nueva, de la tecnociencia). Queda para el futuro, para que sean capaces de fijar su propio canon (puesto que sólo les vamos a legar textos), para que puedan dictaminar si algo se ha conseguido desde el asombro jónico---

[Pero, visto el fundamentalismo vigoroso (de todo tipo), y la debacle humanista de la cultura europea (la renuncia al universalismo humanista), no habría que esperar demasiado.]

6 de octubre de 2007

Historicismo

"En todo caso, la hipótesis naturalista sólo se convertiría en "absurda" sí y sólo sí llevara a la confusión de política y etología (o de política y neuropsicología)." (Eduardo Robredo; link en la cita de E. R.)

Pues lo mismo debe pasar con la hipótesis sociologista (determinista, historicista). Y esa confusión -de planos, del ámbitos del ser- es la de la argumentación visible en los puntos de Pinker ("consecuencias políticas").

...

No sé si me confundo yo: pero me parece que efectuar una crítica del marxismo a partir de su ineptitud predictiva nos hace volver a caer en la trampa cientificista. Pues ese mismo marxismo inepto para convertir sus predicciones en realidad sí que determina -según las críticas conservadoras- los crímenes políticos comunistas.

...

Con lo que nos encontramos el "ser social" prohibido (en forma de conciencia o ideología política, actuante en la historia), devuelto a su condición de gloriosa y única sustancia.

Errores peligrosos

«Se trata de lograr competencia social para, haciendo una correcta interpretación ética, saber diferenciar con rapidez y precisión de respuesta lo conveniente de lo que no lo es, el afecto y el desafecto, lo prudente y lo imprudente...» (Rosario Ortega, Catedrática de Psicología, en Escuela, nº 3758, 27 de septiembre de 2007)
...

Justamente en esto no puede residir la moralidad, en este como vértigo irreflexivo que:

a) Convierte el saber ante y antes de la acción en un automatismo lógico.

b) Hace desaparecer la duda, y por ello el momento de la voluntad libre.

...

Recuerde el lector que los hombre libres, dueños de la ciudad porque han fijado la amistad en reglas justas que conoce -que se conocen en- un lenguaje recto, tienen la prudencia y los ejemplos anteriores como el cimiento y criterio de la virtud. Un ánimo grande, en verdad, que ha desaparecido de la cita cátedra.

Obsérvese que se pone como resultado de la acción moral lo que son sus condiciones---

***

NOTA: No olvidar nunca que se deben contextualizar las citas. Leer el trabajo del que se ha entresacado, en Cuadernos de Pedagogía (¿de julio-agosto?)

5 de octubre de 2007

Prensa y verdad, II

Realmente creo que no me equivoqué, ni soñé: la portada "de papel" de El país de ayer, 4 de octubre, dice "sólo", al referirse a la oposición parlamentaria (PP, ERC) a la Ley de Memoria histórica---

"De papel", porque en la portada "pdf" en www.elpais.com no aparece el mismo titular (NOTA: eso sí, comprobar de nuevo).

Es decir, que una de las imágenes no es verdadera, o la de papel o la electrónica: que el periódico niega la misma verdad que predica. Claro, señalar esto es jugar con las palabras. El mismo juego que apuntar en portada a la "soledad" parlamentaria de PP y ERC (iguales, minoritarios, casi nada... ). Pero la "amalgama" es una trampa en la que se cae por falta de educación silogística. O sea, que dos cosas que se parecen en un a característica no tienen por qué ser idénticas ni tan siquiera parecidas...

No digamos nada acerca de la legitimidad de una Ley tal: escasos de memoria siempre estamos (y de memoria justa todavía más). "Sólo" de las formas en que tenemos que enunciar las cosas: y esa soledad compartida de PP y ERC chirría...

***

Sólo me interesa la política por su vertiente negativa, y defectuosa: en tanto abuso lingüístico y, simultáneamente, abyección moral. Como esto puede convertirse en un regodeo morboso en el mal y con el mal, conviene fijar los ojos sólo a los argumentos y para-argumentos y dejar las conductas para la historia...

Naturalmente que uno querría ser un espíritu y leer a Rilke. O a Heidegger: y dejar de ser un espíritu angélico. Q.E.D.

***

Obligación de leer:

El ser y la conciencia (socialmente hablando).

Espada y el vídeo.

Prensa y verdad

El país.

¿He soñado, acaso, al leer en algún sitio que "sólo" deja fuera a PP y ERC?

Sólo a "unos pocos", e "iguales"---

Hemos dejado de ser serios, y de creer en el rigor de las cifras y en respeto a las voluntades---

4 de octubre de 2007

Se desprecia cuanto se ignora

¿Bodrio?

No sé. Puede que el gobierno haya escrito recto con renglones torcidos (¿se dice así?). No sé. Pero sí que no me gusta el insulto (de donde venga me da igual) en lugar de la argumentación. Creo que se ha perdido la moderación, la sensatez, la prudencia. Y no creo que el país sea ninguna dictadura (socialista) ni vaya a serlo. Hablar de totalitarismo es confundir preocupaciones legítimas (morales; y por ciertas cuestiones que sí son preocupantes) con hechos históricos conocidos (nazismo y stalinismo), y no creo que haya pie para pensar eso.

En todo caso, habría motivo para objetar (a Epc) ante la más leve sospecha de prohibición de la libertad de cátedra, y de crítica por parte de profesores y alumnos.

Además: ¿Por qué no se pregunta a los profesores de la asignatura? No todos -yo no- están a sueldo de la III Internacional.

Lo dicho: estamos perdiendo la cabeza.

Reiteración...

... del dolor---

Desgracia.

¿No? ¿De veras? ¿Esto es normal? ¿En una Universidad?

Excelente

Un galgo.

Contactos...

... en red---

La reflexión salta del espacio privado, del olvido de manuscritos en cajones de rancio olor en viviendas hace muchísimo despobladas, a la actualidad más viva y pública, al gentío unánime que alivia su soledad delante de la pantalla---

Irónicamente, por supuesto: que todo no es más que una repetición bárbara de lo viejo, de estadios que se creían perdidos y que están de nuevo aquí: mitos, ritos, volks, autos de fe. Es decir, la contrailustración pendiente, en tanto decisión meditada de acabar con el significado claro de ciertas palabras---

Calendarios

Viajes de cercanía (H. O.), cambio de estación y cambio de humor (nos sentimos convenientemente otoñales, meditativos). Poca cosa.

...

Haciendo tiempo: Wes Montgomery, páginas de Steiner (de las Lecciones..., acerca de Fausto: acerca del conflicto, anti-platónico, entre filosofía y vida, entre Racionalismo y Romanticismo).

...

Racionalismo Vs. romanticismo: qué pálido resulta decirlo así! More programa de asignatura de Facultad. Y resulta pálido sabiendo que hay razones apropiadas al sentir. Las cuales contendrán la verdadera riqueza, el motor del diálogo...

3 de octubre de 2007

Miércoles

Poco tiempo: para pensar, para escribir, para darle vueltas* a la cabeza---

*Reflexionar: mirar en un espejo, en el propio e íntimo. Y, como en una sala, de espejos, verse abocado al peligro del exceso y el abismo y la angustia---

...

Lecturas: sigo con George Steiner y sus Lecciones de los maestros. Pero me falta dominio libresco (Dante, Marlowe, etc.) para entender el sentido pleno (o acercarme a él) de la argumentación de Steiner acerca del magisterio, de esa cualidad (homo)erótica que me parece un poco forzada, y de ciertos tópicos y prejuicios que aparecen acerca de la sequedad de la enseñanza secundaria. Pero, ¿no es eso lo que se debe al joven y su educación? Es decir, dejarlo ser...

Y luego sebald y su libro Los emigrantes. ¿Qué tipo de artefacto textual es ése, con sus fotografías comentadas intratextualmente, con los guiños y contraguiños?

...

Quizás al no tener tiempo de pararse a pensar uno manifiesta más y mejor lo que quiere (o se le escapa lo que no quiere)---

Pero tememos que lo que se gana en fluir inadvertido del tiempo se pierde en solidez, en felicidad consciente o yo qué sé. O sea, que los hados trabajan a nuestras espaldas---

De eso, de ganarnos del tiempo, alienándonos de él, sabe mucho la civilización ultratecnológica. y no sabemos nosotros bastante de esa adoración ultraconservadora del pasado (en el fondo) que está detrás de todas las proclamas (políticas, sociales, educativas) que adoran el cambio de los tiempos.

2 de octubre de 2007

Interpretación

Esto es cierto, pero ¿quién se responsabiliza de señalar los hechos, de las consecuencias de hacerlo? El argumento de los votos es demagogia (evidente), pero el argumento de calidad democrática es oligarquía. ¿No?

Neurastenia

DRAE, 22ª ed:

"(De neuro- y astenia).
1. f. Med. p. us. Trastorno funcional afectivo atribuido a debilidad del sistema nervioso."

La civilización industrial, abierta, produce estos desórdenes de la conducta mental---

Que son muy resistentes al tratamiento ajeno, a la comprensión propia: lo que escapa de la regla común, del control científico-médico, es lo mismo que escapa al yo, una vez que se ha enquistado en la intimidad, que ocupa el tiempo y el espacio del conocimiento claro, los límites, la prudencia, la razón---

...

El loco no será un producto de las epistemes modernas (esto parece demasiado mecánico y francés), pero no es casual la devolución (histórica y filosófica) a la conciencia y a la sociedad (ya se sabe que ésta es la conciencia verdadera: porque no lo es, porque está oculta, sub-consciente), a la solidez de las estructuras interiores y externas, del cuerpo preso pero no punible, el del loco (el alienado)---

Que ya no es punible puesto que, al dejarse de creer en Dios, se ha dejado de creer en los correlatos, en el demonio qua mal sustantivo y personal, potencial dueño de la responsabilidad: la cual, por haberse dejado ocupar es responsable de su pérdida, y castigable---

Por eso la Gracia que señala desde lo eterno al que se salva (lo que ya es visible en el mundo y en el tamaño de su cuenta bancaria, en el número de las sonrisas que se le prodigan falsas a su paso radiante) es como un fuego benigno, similar al que purifica el mundo en los autos de fe públicos---

-¿Que esto afortunadamente ya no es así? No tenía noticias de que tal cosa hubiera ocurrido. A mí me parece lo contrario, que si bien no sé señalar al portador del mal, sé muy bien de su presencia noticiosa cada día, y también se espera uno que esto haya de ser siempre así; y diremos no que la Utopía inmanente sea una traducción desvaída de la Providencia salvadora y justa, sino que ésta -desde siempre- tuvo que representar el salto imaginativo, hasta el olvido de la verdadera realidad, de los que se conocen demasiado bien: porque su hablar es también vehículo de lo injusto y del crimen, y no sólo amalgama de los espíritus de la ciudad, como otros seres olvidadizos (los filósofos) hicieron creer que creían---

***

Pero yo sólo quería mostrar (callando) el vuelo disparejo del afecto y de la razón---

...

Sólo una muy remota asociación, que no sabría explicar convenientemente, me hace tener en mente la imagen de una vía, que sale de un bosque, o que se pierde envolviéndolo. El silencio es perfecto durante un instante, hasta que nace la intranquilidad en el corazón, vuelan (sí) los pájaros en bandada y el tren se desplaza veloz y desaparece, en un momento, de la vista---

Pues bien, sin atreverme a interpretar los símbolos (he renunciado a tener claridad narrativa: ¿quién siente?, ¿quién razona?), es esa misma visión incompleta (no sé lo que hay que explicar, ni si verdaderamente hay algo que explicar) de un suceder puro y una desaparición inmediata, es eso justamente lo que me dice a mí con una seguridad absoluta que algo marcha mal y que una preocupación ha venido a aposentarse en la conciencia sin ser invitada---

***

Lecturas:

George Steiner, Lecciones de los maestros, Siruela.

Música:

Wes Montgomery (guitarra).

1 de octubre de 2007

Lengua de madera, guantes de seda, pensar de plomo

Estaba entre los otros discípulos amados, casi en la hora de cierre de los colegios, y leyó estas palabras del Maestro:

"La definición de un currículo por competencias sin mención explícita alguna de los contenidos específicos relacionados con su adquisición puede resultar engañosa desde el punto de vista de la amplitud y el volumen de la carga curricular que comporta" (César Coll, psicólogo, en Escuela, nº 3758, 27 de septiembre de 2007, p. 3).

Guardó las palabras en su corazón, diciéndose a sí mismo, con toda la sinceridad de que aún era capaz su alma encallecida, que haría todo lo posible por entenderlas: el qué, el cómo y el por qué de ese fragmento del discurso sabio. ¿Qué quería decirle, a él, que casualmente leía; y a los otros, que casualmente le escuchaban? Probando a servirse de los signos de puntuación, a que la verba oracular del sabio no podía descender sin menoscabo de su gloria, le salió esto, que no son versos:

"La definición de un currículo por competencias/

sin mención explícita alguna de los contenidos específicos relacionados con su adquisición/

puede resultar engañosa/

desde el punto de vista de la amplitud y el volumen de la carga curricular que comporta."

Sobra decir que otras particiones del discurso son posibles y aun necesarias para su recta comprensión, que en realidad puede que ésta sea infinita e imposible. A él nublabásele la vista (no, NO podía querer decir AQUELLO), desmayábasele la voluntad (y las esdrújulas dudosas) cuando un pensamiento traicionero le pasaba por delante de los ojos con intenciones seductoras inminentes. No podía ser que el sabio quisiera señalar a sus discípulos tan bien amados (si es que la condición de funcionario permite tales cosas) que "el que mucho abarca poco aprieta", horrísona vulgaridad que no se remedia con esa adaptación filosófica a martillazos que relaciona en proporción inversa la intensión y la extensión de un concepto, la máxima generalidad del Ser con la mínima cantidad de predicados atribuibles (hasta confundirse con la Nada inefable, con una noche unánime de gatos pardos).

Otras posibilidades parecían más adecuadas a Él y más gratas al lector: que quisiera señalar la operatividad de una definición (nada menos que la de "currículo") fijando reglas de contenido y procedimiento que sirvieran para acotar el terreno, teniendo en cuenta el exceso de celo posible de los discípulos: de tal manera que éstos -mansos corderillos inflamados de vocación pedagógica- pretendieran el infinito teórico y práctico (Hegel con unas gotas de Marx; todo el saber y toda la acción) para la adquisición felicitante de la "competencia social", por ejemplo. Pues (¿se podrá creer?) aun esto le inquietaba, porque si hubiera que poner límites al entusiasmo docente, eso querría decir que las cosas no habían quedado claras (en la disposición manifiesta de la ley, de la LOE) de una vez, y que al sabio se le antojaba que la magnificencia del discurso de promisión habríase de arrojar al fango, o al viento y al olvido, con que a alguien (y son muchos los maliciosos) se le pasara por la cabeza que nadie puede tomarse en serio, y mucho menos el legislador omnipotente, el exceso de ambición de la letra de la ley; y que por causa de esa apreciación Él, el sabio, pensaba providentemente (y en esto había cinismo) que el ridículo había de caer sobre la misma ley, y con ello el cinismo de los súbditos, posibilidad ésta que al sabio le parecía, con razón, aborrecible. Es decir, la idea de que para todos, administradores y administrados, la jerga "competencial" no tenía ni más valor que el que se ha ido dando en el país a los sucesivos decretos de los gobiernos, de lo que sabemos inequívocamente por el respeto que se les ha tenido: ninguno.

Claro está que ni el más malvado intérprete del texto de César Coll puede llegar a imaginarse que lo que se está diciendo es que a alguien se le ha ocurrido mudar de palabras como de camisa y que ahora no sabe lo que hacer con ellas, y que hay que hacer algo, y así sucesivamente. Para que el personal esté ocupado.