23 de diciembre de 2007

Hay días estúpidos...

... como éste, en los que no se encuentra nada: ni los fundamentos del que se queja. A quien no queremos ponerle nombre por (poder) pensar que está demasiado cerca: Yo, el Sujeto.

Días de cabeza pesada, que la tarde no aligera: sin libros y sin aliento. Sólo un zumbido constante en el interior del cerebro: el que produce el rozar desengrasado de los engranajes---

Toda la vida así---

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Puntos de vista:

Armónicos/inarmónicos.

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De un documental visto en Canal de Historia, esta mañana, sobre la secta de los davidianos y la matanza final de Waco (Texas): la impresión que te queda de que el fanatismo es irrebatible, inasequible a la contradicción, paranoico y criminal... ¡Qué poco puede la razón!: contra quien está convencido -siendo capaz de convencer- de que encarna a o es Cristo redivivo, mientras acumula un arsenal de armas automáticas y utiliza a las esposas de los prosélitos: porque el final del mundo está cerca---

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