18 de diciembre de 2007

Autógrafo, autorretrato, firma

No se llega a ser: no se es lo que se escribe, por lo tanto. Porque no se puede. Asomado al pozo, si se pudiera ver su fondo de agua, el hombre encontraría el reflejo de su cara (si se viera, si hubiera luz). (Abierto a sí mismo, en lo oscuro: donde menos lo pensaba.) Asomado al fondo: se miente en lo que se dice, al fijarlo.

***

Platón:

Platón, exactamente, no. Lo que recuerdo de Imitación y experiencia de Javier Gomá (un nombre y un autor que me tortura por una razón absurda): la triple conformación antigua de la mímesis: de la naturaleza, de los clásicos (el canon, los maestros: del saber, del decir), de las Ideas. Si no me falla la memoria. La cuádruple, advenida, conformación contemporánea: con la suma de la imitación personal, de los ejemplares de carne y hueso, arquetipos andantes, héroes, etc. Una educación con sentido -humano, humanístico- ha de orientarse, de alguna manera, en estos términos miméticos. Si no, es pura demagogia o farfolla.

Luego, la sabiduría anticuada, fuera de fase, imposible de É. Gilson: la sabiduría eterna de este hombre admirable. El espíritu de la filosofía medieval (Rialp, 2004) es una joya del pensamiento, no sólo de la historia de la filosofía. ¿Qué me importa su verdad? En un determinado momento, lo fía todo a la diferencia entre el Bien platónico del que ha de proceder toda significación de ser, por un lado, y un ser (judío y cristiano) que saca de sí mismo la bondad, por otro lado (ya sé que la palabra no es la adecuada: sacar, extraer, abstraer, autoproducir, calcular, olvido del ser y del tiempo... ) La verdad filosófica, cósmica, mundial, global, seguramente pertenece al genio griego; la comfortable civilization al espíritu cristiano.

2 comentarios:

Egoficción dijo...

Sobre tu último párrafo, donde opones la visión griega (del Bien procede la existencia) de la cristiana (es el Esse, el Dios,quien da sentido al Bien).

Ambas son visiones confortables, pues ambas suponen un prícipe del Universo.

Es la historia del príncipe destronado lo que ha de importarnos. La mímesis de lo clásico tendrá valor si es desde esta prespectiva.

El héroe derrotado. El escenario cósmico sin Ser ni Bien. Vacío.

Lo vulgar, nuestra actualidad, no es el único destilado posible de esta oscura iluminación.

Egoficción dijo...

Insorri. He releído tu texto y creo que venías a decir lo que antes te comenté. Estamos de acuerdoi en que el platonismo es compatible con el Dios [irracionalmente] Bueno del cristianismo. Y estamos de acuerdo en que ambas son formas decibles de nuestro diagnóstico.
No termino de entender tu apelación a Gilson (¿nostalgia?) ni lo que propones al respecto de la era presujetiva como modelo. Explícamelo, si os place, honesto caballero.