24 de noviembre de 2007

En efecto...

... , el crimen resulta a veces imperdonable: la pena capital es más que una tentación---

Algo que resulta llamativo, aunque debe ser normal en una mente malvada: el delito es ocultado con mentiras, de una manera casi infantil. Un lapsus de conciencia, como el Dr. Kremer preguntándose cuántos dobles suyos habrá en el mundo (Yves Ternon/Sócrates Helman, Historia de la Medicina SS, p. 200). Si de conciencia se trata, que puede ser orgullo---

Radicalidad = banalidad. Parece evidente. Sí. Al menos según los extractos del diario del Dr. Kremer (pp. 197-203), "un médico SS, que sigue siendo, a despecho del horror en el cual se baña, un pequeño burgués egocéntrico" (p. 198), según escribe Ternon.

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