27 de octubre de 2007

Atrévete a callar

La razón y la fe

No se debe decir nada contrario a la religión: el respeto de las creencias representa el valor más sagrado de la democracia.

¿No? ¿Se llega a alguna contradicción suponiendo que ese respeto sea incondicional?

¿Tan importante es la libertad de pensar y decir que cualquier deber tiene que basarse en el infinito valor de esa dignidad negativa?

1 comentario:

Egoficción dijo...

Ahí mas dao. ¿Nada en contra de los sentimientos y las visiones del mundo religiosas que miles y miles de personas tienen y buenamente llevan, o nda contra la institución política y cultural que es, en España el Catolicismo? ¿Nada contra tanto dogmátismo platónico interesado? La Iglesia Católica entera a su manera es un Opus Dei.
No soporto y me siento atacado por la satisfecha idiotez (aunque retorcida e inteligente) de los hombres de iglesia. Su seguridad me causa pánico.
La fuerza de la Iglesia, dicen es espiritual; ¡pues que en espíritu, y en paz, se queden!.