28 de mayo de 2007

Kierkegaard

(Debo leer sin la mediación de un falso saber, aunque sea imposible: todo mi saber es falso, inexistente... )

Imposible leer así, pero necesario: como si nadie pasara los ojos por la página.

Me quedo con la figura del "héroe trágico", opuesto al "caballero de la fe": el que agota las posibilidades de la razón (la ciencia, que no conoce K. el danés, culmina en renuncia ética) vs. la donación entera de sí a la gracia, a la ganancia infinita de lo finito, con la vuelta del tiempo después del abandono en la eternidad, etc.

El desgarramiento amoroso es figurado en el ascenso sacrificial de Abraham (Regina Olsen = Isaac). Pero también podría figurarse todo el desastre de soledad, guerra, enfermedad y dolor de una época, capaz de banalizar el bien, tanto como el mal...

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