12 de marzo de 2007

Marzo de 2004, Madrid

(In memoriam, 11 de marzo de 2007)

Nunca les olvidamos, ni el hecho. Los vivientes nos hemos vuelto peores, malvados, soeces.

Guardar silencio no demostraría respeto, sino matar del todo la moral.

Aquello nos hizo peores; hablando y queriendo la verdad -fuera de la política y contra la política, serenamente- quizás podamos estar a la altura.

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(Pequeñas cosas, lo demás)

En la libertad, el tiempo.

Da vértigo, la obligación de las decisiones, el riesgo...

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¿Qué quiero decir?

Un río, el Danubio, cualquier río: enclave humano, idóneo para la urbe y el agro.

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1. La afirmación del cuerpo, de un más acá de la lógica, no conduce al crimen de manera directa: pero sería ingenuo creer que no facilita las cosas, que la tendencia natural es a la conducta aristocrática. La afirmación de la vida o se aparece inmediatamente plebeya o necesita una masa plebeya...


2. La voluntad pura nietzscheana no puede querer la inocencia del niño porque juegue y le vuelen fáciles las metáforas desde su boca.

3. La razón adulta debe ser pesada -grave- y conocer que las interpretaciones no quedan fuera de la moral.

4. Sociedad (1), vida (2) y moral (3) escriben premisas antitéticas (4).


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(Coqueterías)

Los viejos disfrutan de sus bailes... yo de mi soledad cuando paso por delante del local. Alguien, mayor también, se mira delante de la puerta los zapatos: toda su persona tiene que estar perfecta.

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