3 de febrero de 2007

Tesis 13, 14, WB

¿Tienes algo que decir? ¿Qué sabes tú del tiempo?

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(Devaneos)

El criticismo corresponde a la realidad, aunque siembra dudas...

El tiempo discontinuo -lleno, diferenciado- es el de los sujetos libres, nouménicos. Éstos tienen algo de milagroso, de inesperado, también para el conocimiento histórico -la libertad se revela imprevisible (el saber del historiador no puede ser total).

Dado que nos resulta tan arduo pensar en la existencia de puros instantes de magia y libertad -privada o pública, intrascendente o histórica-, acecha el diablo del conformismo, aun en los textos del pequeño koenigsberguense: una línea recta puede ser recorrida, por definición. Confiemos.

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¿Cuál es el precio? Vivir la embriaguez en el presente, abandonar el relato de los hechos (aunque también hemos de pensar que la belleza se encuentra escondida tras el aspecto neutro de una serie), desear la repetición identificadora /con el ejemplo imperecedero de los antiguos/.

Esto es, que considerando las cosas bajo un cierto aspecto (de ningún modo despreciable), la aspiración mesiánico-utópica, completamente rupturista, tiene que dejar de lado la antigua vocación por la verdad y la poesía.

¿Necesita la literatura de épocas mediocres, de la paz civil? (No obstante, la paz civil no precisa demasiado de poetas, ni de filósofos.)

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Ahora es cuando tendrías que empezar a leer. Lo que dices sólo te sirve para calentar. /Y debes aclarar todo aquello que vas suponiendo en el razonamiento, y las dudas sobre la calificación religiosa -sagrada- del tiempo./

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