8 de febrero de 2007

¿Para qué sirve la conciencia?

Se derrama en santa y buena voluntad -es kantiana y pedagógica. Aplicada sobre madera de mala calidad no hace buenas naves:

Un conflicto de deberes que concluya en admisión simultánea de dos principios contradictorios tiene que llevar a la disolución de la misma conciencia que los alberga (psicológicamente hablando: una mala música, disonante). La solución kantiana a la ausencia social de la moralidad, históricamente devenida (MacIntyre ?), reproduce el mismo vacío que venía a solucionar: ¿Cómo proteger la vida y decir la verdad a un asesino? ¿Quién puede llevar en su corazón, hasta las consecuencias extremas, su justicia y su piedad?

¿Qué relación guardan la educación y la felicidad? Se tratará de una necedad de españoles: porque -muy al contrario de nuestras confortables y mediocres intenciones- la ilustración debe hacernos desgraciados antes de empezar; y aprender en silencio y callados para que la admiración venga a nosotros.

La piedad es otra cosa: la duda delante de nosotros mismos, en los hospitales, observando el cuerpo frágil.

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