Una impresión horrible, de últimos días: sólo pertenece a los libros, a las pesadillas (Michel Leiris: Edad de hombre).
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Las impresiones son la huella de la realidades que se escapan: al Objeto pertenece la realidad libre, la que huye sin miedo (Erich Fromm: Escape from freedom).
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(Posibilidad: el paraíso está en la otra esquina, en un hotel de playa pequeño-medioburgués, al volante de un Mercedes deportivo o en un campo de golf próximo.
Oído porque alguien lo ha dicho: Ironía!, ¿es una ironía?).
La felicidad hallada, por fin.
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¿Por qué mentarlas -las impresiones? La cuestión acerca de los orígenes y límites del conocimiento concierne a la reflexión autobiográfica: i. e., la narración que contiene la actividad del sujeto, y lo que este padece, aunque todo consista en una autopasión; la verdad que comprende lo que se afecta y cómo se afecta el espejo admirable (speculum mirabile), el sujeto viviente, auto-re-conocido: ¿una diferencia que, por repetición, se alcanza?, ¿una trayectoria que se solidifica?
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