7 de septiembre de 2006

Ligereza

Con cuánta facilidad enumera el enfermo sus síntomas. Estos le hacen hablar, igual que si narrara una historia con significado y verdad. Intenta llevar lo suyo a la preocupación de los demás: entonces vuela con el mismo desprendimiento del amor, componiendo una figura galante para la que no hay bastantes espejos, ni labios ni fuego.

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